Cómo leer el lenguaje corporal de los gatos

En este artículo te enseñamos las cosas que tu gato te dice de maneras no tan explícitas y a qué partes de su lenguaje corporal debes prestarle importancia

    Tabla de contenidos

  1. Movimiento corporal de un gato que está feliz
  2. Lenguaje corporal de un gato que se siente juguetón
  3. Lenguaje corporal de un gato que se siente estresado
  4. Lenguaje corporal de un gato con miedo
  5. Lenguaje corporal agresivo de un gato
  6. Lenguaje corporal de un gato enfermo o dolorido

Nuestros amigos felinos tienen su propio lenguaje para comunicar sus pensamientos y emociones. 

Los gatos usan su cuerpo (incluyendo sus ojos, orejas, bigotes y la cola) y su voz, para mostrar qué se les pasa por la cabeza y qué están sintiendo. 

Si aprendemos el lenguaje corporal de un gato, podremos entender y satisfacer mejor sus deseos y necesidades. 

¿Todo movimiento querrá decir algo en un gato? ¿Puede llevarme a mal interpretaciones?

Para interpretar a un gato tendremos que tener en cuenta todo lo que ocurre a su alrededor, además de sus movimientos corporales. 

En este artículo veremos los diferentes lenguajes corporales que puedes observar a tu gato, qué podrían significar y a que emoción podrían corresponder. 

Movimiento corporal de un gato que está feliz

Probablemente sea de los movimientos que más realiza si mantienes a tu michi feliz en tu hogar. 

Cuando un gato está contento, su postura suele ser relajada, con las extremidades y la cola estiradas y separadas del cuerpo lo más posible cuando está tumbado. 

Si enseñan la barriga, probablemente signifique que se sienten seguros, aunque esto no es necesariamente una invitación a que la froten (¿Su panza su cuerpo?). 

Un gato feliz puede acurrucarse a tu lado o amasarte con sus patas. 

Ojos: Los ojos de un gato feliz pueden estar redondos o estar parcialmente cerrados, y sus pupilas se estrechan como rendijas. Si un gato parpadea lentamente, significa que confía en vos y te quiere. Podes devolverle el parpadeo lentamente para demostrarle que el cariño  es recíproco. 

Orejas: Las orejas de los gatos felices están erguidas y orientadas hacia adelante. 

Cola: Una cola que apunta hacia arriba con un rizo en la punta es un signo fiable de que un gato es feliz y confía en lo que está a su alrededor. 

Un gato puede ronronear para expresar su satisfacción y placer, maullar cuando saluda a alguien o pide algo como comida o atención, o trinar (que es como un ronroneo agudo) para mostrar que es amistoso. 

Lenguaje corporal de un gato que se siente juguetón

Los gatos son depredadores por naturaleza con un instinto natural de caza. 

Cuando quieren jugar, pueden actuar como si estuvieran cazando agachándose, moviendo el trasero y persiguiendo, abalanzándose o agarrando un juguete o cualquier mal afortunado animal que esté rondando cerca. 

Ojos: los ojos que un gato juguetón tiene son grandes y sus pupilas pueden estar dilatadas. 

Orejas: si un gato se siente juguetón, las orejas estarán levantadas y orientadas hacia adelante. 

Cola: los gatos que adoptan conductas de caza a menudo mueven la cola de un lado a otro mientras observan lo que captura su atención (sin embargo, si el gato mueve la cola cuando no está acechando algo, lo más probable es que esté molesto o incómodo). 

El juego proporciona un excelente enriquecimiento físico y mental que ayuda a mantener sanos a los gatos, de modo que deberías proporcionales un juguete, cuando actúen como si quisieran jugar. 

Lenguaje corporal de un gato que se siente estresado

Tener a tu gato estresado puede deberse a factores internos o externos al gato y a los que tenemos que tomar en cuenta y estar atentos.

Cuando un gato se siente estresado, puede tener el cuerpo rígido y tenso y mantenerse pegado al suelo. 

Un gato también puede adoptar conductas de desplazamiento, es decir, conductas normales (como lamerse los labios, rascarse, acicalarse y bostezar) que se realizan fuera de contexto para hacer frente al estrés subyacente. 

Los gatos estresados también pueden orinar o defecar fuera de la caja de arena

Ojos: los ojos de un gato estresado pueden parecer muy abiertos o entrecerrados.

Orejas: sus orejas pueden estar giradas hacia los lados (en una postura de "orejas de avión") o inclinadas hacia atrás. Los bigotes pueden estar más hacia delante que lo normal. 

Cola: si tu gato está estresado puede mantener la cola pegada al suelo o agitarla y golpearla, también puede hacerlo cuando se siente molesto. 

Si notas que tu gato está estresado, intenta identificar la causa y trata de minimizarla o eliminarla, si es posible. Si sospechas que algo que haces puede estar causando el estrés a tu gato, interrumpí la actividad o el comportamiento que pueda estar causando esta reacción. 

Lenguaje corporal de un gato con miedo

Además de ser depredadores, los gatos también son presas y podrían sentirse asustados cuando creen que algo podría hacerles daño. 

En respuesta, al principio de pueden achicar, retrayéndose haciéndose más pequeños, agachándose hasta el suelo y encogiendo el cuerpo.  

Ojos: los ojos de un gato temeroso se abren de par en par y sus pupilas se dilatan debido a los efectos de su reacción de lucha o huida. 

Orejas: las orejas suelen estar inclinadas hacia atrás o hacia los costados. Cuanto más hacia atrás estén las orejas de un gato, significa que más aterrorizado se encuentra. Los bigotes pueden estar tirados hacia atrás, pegados a la cara. 

Cola: Un gato que se siente con miedo puede enroscarse la cola con fuerza alrededor o debajo del cuerpo. 

Cuando un gato se siente amenazado, puede gruñir y silbar para advertir a la amenaza que retroceda. 

El siseo es, sobre todo, un reflejo involuntario que se produce cuando un gato está asustado o sobresaltado. 

A medida que aumenta su miedo, los gatos pueden emitir un aullido fuerte y prolongado, seguido de un chillido para indicar que están a punto de defenderse. 

Lenguaje corporal agresivo de un gato

A veces, cuando un gato cree que está en peligro, puede sentir que no tiene opción que luchar por su seguridad. 

Pueden intentar parecer lo más grandes e intimidantes posible arqueando la espalda y dejando que su pelaje se erice (una reacción involuntaria al miedo llamada piloerección).

Ojos: un gato que está a punto de volverse agresivo puede tener los ojos muy abiertos y las pupilas dilatadas, o los ojos entrecerrados. Pueden mirar directamente a su objetivo para no perder de vista el potencial peligro. 

Orejas: las orejas estarán hacia atrás o pegadas hacia la cabeza y los bigotes pueden estar pegados a las mejillas o empujados hacia delante. 

Cola: puede mover o sacudir la cola.

Un gato suele evitar recurrir a la agresión gruñendo, siseando, escalando un árbol. En caso contrario, si no se hace caso de estas advertencias y no pretende huir, el gato puede escupir, un estallido de ruido repentino y explosivo que a menudo va en combo de una embestida o un manotazo. 

Al igual que el silbido, el escupitajo es una reacción involuntaria. 

Los signos de agresividad suelen ser obvios para los dueños de un gato, pero es importante que un gato que muestra agresividad no es malo ni vengativo, sino que tiene pánico. 

Si notas que un gato muestra estos signos, trata de dar con la causa, atenuarla y dale espacio. 

Lenguaje corporal de un gato enfermo o dolorido

El lenguaje corporal de un gato no solo proporciona mucha información sobre cómo se siente emocionalmente, sino que también puede revelar si está enfermo o siente dolor.

Los gatos son expertos en disimular enfermedades físicas, por lo que los cambios  en su lenguaje corporal pueden ser los primeros signos de que algo va mal. 

Cuando un gato siente dolor o está enfermo, pueden encorvar el cuerpo con las patas recogidas debajo de él. Su cuerpo puede parecer tenso. 

Ojos: cuando un gato está enfermo o siente dolor, sus ojos pueden estar entrecerrados o cerrados y parecer aturdidos o vidriosos. A veces puede verse el tercer párpado, que es un tejido rosado situado en la comisura de los ojos. 

Orejas: las orejas pueden estar bajas o giradas hacia los lados. 

Cola: puede tener la cola por debajo o enrollada alrededor del cuerpo.

Los gatos pueden ronronear por dolor o enfermedad, y un aumento de los aullidos o maullidos puede indicar angustia emocional o física. 

Si observas algunos de estos cambios (u otros cambios en el comportamiento normal de tu gato, como esconderse, mostrarse agresivo, disminución de la energía o cambios en el apetito, el aseo o la sociabilidad), llevalo a un veterinario. 

Comprender el lenguaje de tu gato es esencial para entender sus emociones y necesidades, lo que fortalecerá el vínculo entre el gato y vos y te convertirás en un mejor defensor del bienestar de tu michi. 

Recordá que ningún signo o indicador del lenguaje corporal está garantizado por sí solo, por lo que la precaución al interactuar con gatos es la mejor decisión, junto a tomar en cuenta lo que está rodeando al gato, incluido vos.