¿Los perros sienten cosquillas?

Si te gusta acariciar a tu perro, seguramente te preguntaste si es capaz de sentir cosquillas como nosotros. En este artículo te contamos cómo reacciona tu perro a los estímulos suaves y si pueden o no sentir cosquillas

    Tabla de contenidos

  1. ¿Los perros tienen cosquillas y se ríen?
  2. Tipos de cosquillas
  3. ¿Por qué los perros patalean cuando le hacen cosquillas?
  4. ¿Cuáles son los lugares comunes de cosquillas en los perros?
  5. ¿Puede ser malo hacerle cosquillas a un perro?
  6. Conclusiones

¿Alguna vez acariciaste el vientre de un perro y sus patas comenzaron a patalear estilo Tambor el conejo de Bambi o simplemente te preguntaste si puede sentir cosquillas como vos?

Una de los mejores momentos de nuestro vínculo con nuestro perro es cuando le frotamos la barriga sin descanso y vemos su reacción de moverse de emoción con pura alegría.

Así que tiene sentido preguntarte si tu perro tiene cosquillas o solo se emociona porque lo acaricias. Pero buenas noticias, los perros pueden ser cosquillosos tal como los humanos, incluso tienen sus áreas sensibles. 

Muchos perros responden de buena manera a los movimientos suaves y repentinos de los dedos sobre su piel y pelo pero ¿se trata de risas y alegrías internas? y ¿cuáles son los mejores lugares que tu perro disfruta más las cosquillas? Averigualo en este artículo.

¿Los perros tienen cosquillas y se ríen?

Las conclusiones del estudio realizado por Stanley Coren en un artículo para Psychology Today, afirman que los animales pueden tener cosquillas e incluso reírse durante la experiencia, al igual que los humanos. Pero cuando los perros se ríen, es un poco distinto.

La risa de los perros es más bien un jadeo creado por una boca ligeramente abierta, que se parece a una sonrisa. 

Varios veterinarios durante sus consultas con mascotas hacen cosquillas a propósito a los perros a lo largo de los costados, en la parte posterior de la caja torácica y el bajo vientre. 

Un perro sano responderá con un movimiento incontrolable con la pata conocido como “reflejo de rascarse”. Es muy posible que durante una sesión de cosquillas con tu peludo hayas notado este reflejo combinado con risas al estilo canino.  

Los perros disfrutan de esta atención, siempre que se sienten bien en general y no están heridos o agotados.

Pero cuidado: si le haces cosquillas a un perro que tiene la vejiga llena, cuidado con alguna gotita de orina que pueda expulsar. 

Tipos de cosquillas

Incluso hay un nombre científico para la sensación de cosquilleo que experimentamos las personas y los perros. El leve roce se llama knismesis y es similar a la piel de gallina, el picor o cuando un insecto se posa en nuestra piel

Este cosquilleo en la piel difiere de otra palabra para referirse a las cosquillas conocida como gargalesis, o la sensación que provoca un ataque de risas en las personas. Los perros carecen de esta consciencia y no se ponen histéricos ni te ruegan para que pares de hacerles cosquillas

¿Por qué los perros patalean cuando le hacen cosquillas?

Esas sacudidas rítmicas de las patas traseras, se conocen como “reflejo de rascado”. El mensaje de tus dedos haciéndole cosquillas viajan de la piel a la médula espinal y de nuevo a la pata trasera para patear

¿Cuáles son los lugares comunes de cosquillas en los perros?

Los perros tienen cosquillas en algunas de las mismas zonas que los humanos. Las cosquillas se generan donde conexiones nerviosas estén presentes.

Los puntos de cosquilleo más sensibles en los perros son:

  • Las almohadillas de las patas: Muchos perros tienen las patas sensibles y si sobresaltan si les haces cosquillas accidentalmente. Las personas que recortan el pelo de las patas de sus perros experimentan esa sensación de primera mano.
  • Base de la cola/dorsal: Las terminaciones nerviosas se encuentran por todo el cuerpo del perro, incluidas la espalda y la cola, y las zonas llenas de nervios son especialmente receptivas al tacto (peor con las cosquillas).
  • Las orejas: Aunque sean pequeñas, esta parte del perro es muy sensible gracias a los numerosos nervios que la recorren. 
  • Las axilas: La clásica zona de cosquillas en los humanos, también representa una zona sensible para los perros. 
  • La barriga: Aunque a tu perro le encante las caricias en la barriga, también puede ser que le gusten las cosquillas en esa parte. Hay muchos nervios motores y sensoriales en la piel, y la gran superficie de la barriga presenta muchas posibilidades de estimulación.  

¿Puede ser malo hacerle cosquillas a un perro?

Algunas personas no soportan las cosquillas y no muy en serio (menos mal) nos pueden advertir si es que les llegamos a hacer cosquillas, pero ¿qué pasa con los perros? No se pueden expresar de la misma manera. 

Si el acto es amable, los perros podrían disfrutar de una sesión ligera, ya que también demuestra lo mucho que te importa tu perro. 

Los perros que nunca recibieron cosquillas o no parecen sentirse cómodos con ellas, podrían sentirse ansiosos o malhumorados al respecto más adelante.

Lo mejor es leer el mensaje corporal del perro y observar su reacción al contacto sorpresa. Si le haces cosquillas y parece tenso o intenta alejarse, no intentes detenerlo. 

Algún problema médico también puede influir en la reacción de un perro a las cosquillas. Algunos perros pueden tener las orejas, las patas o el viente sensibles. 

Alejarse, es la mejor forma de tu perro de decir, “no, por favor”, así que para cuidar el vínculo que tienen, respeta sus límites. 

Conclusiones

Todos amamos el momento que le hacemos cosquillas a nuestras mascotas, especialmente si ellas se emocionan y las disfrutan.

Las cosquillas son una extraña mezcla de placer y odio; de hecho los receptores de dolor de la piel están muy implicados en la sensación y varios animales, entre ellos los perros, pueden experimentar esta sensación.

Las cosquillas son una sensación que pueden ser placenteras al comienzo pero desagradables si continúan por mucho tiempo. 

Además no se pueden autoinducir, porque al ser una programación neurológica, derivada de una actividad comunicativa innata entre dos o más individuos. 

Los perros suelen tener puntos de cosquillas similares a los de los humanos: las axilas, la barriga, las orejas, las almohadillas de las patas y la base de la columna.

Pero a diferencia de los humanos, los perros no pueden advertirnos de no ser "atacados" a cosquillasos, por eso es importante entender su lenguaje corporal, puede expresar dolor, o alejarse y tal vez tengas que visitar a un veterinario, para que examine si se trata de algo más.

Así que disfruta de una sesión de cosquillas con tu perro, pero siempre respetando sus límites, puede que no disfrute las cosquillas tanto como tu piensas, pero bueno, sus gestos te lo dirán.