- Antes de mudarte con tus gatos
- Después de mudarte con tu gato
Tabla de contenidos
Los gatos desarrollan fuertes vínculos con su entorno, por lo que las mudanzas son potencialmente estresantes. Todo cambio repentino puede representar una experiencia traumática para los gatos
Mudarse, de hecho, también puede ser traumático para nosotros mismos. Por eso planificarla con antelación garantizará que la transición de un hogar a otro nuevo se realice sin muchos problemas.
En otro momento te explicamos sobre cómo mudarte con tu perro, en este artículo te damos algunos consejos para mudarte con tu gato de forma de hacer que la experiencia sea positiva para ambos.
Antes de mudarte con tus gatos
Los gatos son especialmente reacios a los cambios, lo que significa que sentirán un estrés adicional cuando llegue el día de la mudanza.
Mantener la coherencia y la comodidad durante todo el proceso te ayudará a evitar líos desagradables, agresiones y posibles fugas.
Si dedicas tiempo y esfuerzo a reducir el estrés de tu gato durante la mudanza, podrás facilitar la transición y reducir la probabilidad que tu compañero felino desarrolle comportamientos basados en el miedo o la ansiedad en su nuevo hogar.
Estos son algunos consejos que puedes tomar previo a la mudanza:
1. Mantén su rutina
A medida que el material de embalaje, las cajas comienzan a amontonarse y el entorno familiar se altera, intenta hacer una burbuja con la rutina de tu gato lo más regular posible.
Puedes mantener la rutina de tu gato de las siguientes maneras:
- Evita mover los muebles hasta el día de la mudanza
- Mantén su caja de arena en su lugar de siempre
- Mantén su horario normal de alimentación
- Si tienes mobiliario de gatos, como escaladores, trata de dejarlos hasta el día que se lleve a cabo la mudanza
- Sé coherente con el horario habitual de juegos, mimos y cama
2. Introducí un transportador para gatos
Un transportador para gatos es vital para una mudanza, por el espacio seguro que brinda a tu mascota el día de la mudanza, cuando hay mucha gente entrando y saliendo, con cajas y muebles. Un gato que se mueve a sus anchas, probablemente se vea atrapado en el caos. Introducí el transporte unas semanas antes de la mudanza y ayudalo a que entienda que es un lugar acogedor donde refugiarse.
Asegúrate que el transportador esté limpio y libre de olores desagradables, coloca dentro una manta liviana y juguetes. Permitirle entrar y salir libremente del transportín en los días previos a la mudanza. Cuando veas que entra por su cuenta, premialo con mimos y golosinas. También puedes usar feromonas felinas dentro del objeto para aliviar el estrés de tu mascota. El objetivo es que tu gato busque su transportadora y se sienta cómodo durante el día de la mudanza.
3. Diversión con cajas de mudanza
A los gatos les encantan las cajas de cartón, lo que lo convierte en una gran ventaja al momento de iniciar a empaquetar. Sacá unas cuantas antes y deja que tu gato las explore a su antojo. Si notas que está inquieto, puedes agarrar su juguete favorito y jugar dentro de una de las cajas o poner hierba gatero dentro. El objetivo es que tu gato se acostumbre a las cajas y pueda ser un momento divertido.
4. Actualizá su información
Un gato ansioso y alterado puede intentar huir, porque no entiende lo que está pasando. Asegúrate que tu gato lleve un collar y un microchip con tus datos actualizados. En caso que tu michi se escape, es poco probable que encuentre el camino a su nueva casa, y tus datos actualizados pueden ser la única posibilidad de volverlo a ver.
Después de mudarte con tu gato
5. Dale a tu gato una introducción lenta
Cuando lleguen a su nuevo hogar, mantene a tu gato en su transportadora hasta que puedas poner la casa a prueba de gatos. Este proceso debe incluir mantener cerradas todas las puertas y ventanas y ocultar los cables eléctricos. Empezá con llevar a tu gato a cada habitación, una a la vez, dándole tiempo para que se familiarice y se siente cómodo con la distribución y los muebles. Es buena idea llevarlo primero a la sala, donde es probable que se de cuenta que esta redescubriendo los viejos muebles. Mantenelo en esta habitación hasta que termine la mudanza.
Asegúrate que la habitación introductoria de tu gato en tu nueva casa, contenga:
- caja de arena
- alimento y agua
- juguetes
- cama
Si tu gato parece nervioso al final del primer día, puedes mantenerlo en esa habitación, hasta que se muestre menos ansioso. Cuando se haya calmado, déjalo explorar la habitación contigua y así hasta que se familiarice con toda la casa.
6. Extrema las precauciones con los gatos de exterior
Es normal que los gatos de exterior, intenten encontrar su antiguo hogar después de una mudanza. Por esta razón, es mejor que mantengas a tu gato de exterior dentro de la nueva casa, durante las dos primeras semanas. Esta medida de seguridad le dará tiempo a tu michi para establecer vínculos con su nuevo espacio y lo hará menos propenso a buscar su viejo hogar una vez que salga al patio.
7. Crea asociaciones positivas con su nuevo hogar
Puedes empezar a que tu gato se sienta más identificado a su nuevo hogar antes de dejarlo solo, creando asociaciones positivas, como más tiempo de juego, juguetes extra, premios. Cuando salga, mantén vigilancia sobre tu gato y empezá con pequeños incrementos de tiempo, gradualmente hasta llegar a su tiempo normal al aire libre.
Puedes esparcir su olor por toda la casa, agarrando un paño suave y frotando las mejillas de tu michi y la cabeza para recoger el aroma de las glándula situadas por esa zona. Luego frota ese paño contra las esquinas de las puertas, paredes y muebles para ayudar a que tu gato se familiarice con su territorio lo antes posible. Repetí este proceso diariamente, hasta que tu gato se frote con los objetos que tienen su aroma.
Cuando se trata de una mudanza, es fácil quedar atrapado en el caos de la limpieza, el embalaje, y la instalación del nuevo hogar. Tomate el tiempo necesario para hacer una pausa, darte cuenta que tu gato también esta pasando por una transición importante, para tomar las medidas necesarias para garantizar su seguridad y comodidad.
