- ¿Cuándo un perro es mayor?
- Consejos para pasear sin riesgos a tu perro mayor
- Empieza con una consulta veterinaria
- Cuida sus articulaciones
- Adapta los paseos a su nivel de energía
- Un arnés en lugar de collar
- Señales que debes prestar atención durante los paseos
- Reforzar el vínculo
Tabla de contenidos
Al igual que las personas, los perros mayores pueden mejorar su calidad de vida si se mantienen físicamente activos y los paseos son una buena idea.
Pero a medida que las mascotas envejecen, muchas empiezan a tener dificultades de movilidad y quizás nos cueste un poco buscar las maneras de mantenerlo activo porque no sabemos cómo pasear a un perro mayor.
Quizás tu perro ya no te puede seguir como hace unos años atrás, todavía pueden acompañarnos al aire libre y es necesario que lo sigan haciendo.
En este artículo te contamos cómo mantener saludable a tu perro mayor y consejos para que pueda salir a caminar y pasear con vos a una alta edad.
¿Cuándo un perro es mayor?
Un perro es mayor cuando puede haber experimentado cambios relacionados a su edad y su mente. La edad a la que un perro se considera mayor depende de su tamaño y raza.
La mayoría de los perros son mayores a los siete años, pero los perros de razas grandes suelen envejecer más rápido y pueden ser considerados mayores a los cinco o seis años.
Las razas más pequeñas pueden considerarse mayores cerca de los diez años.
Los signos más comunes del envejecimiento en los perros mayores son la intolerancia al ejercicio y la inmovilidad limitada.
Además de controlar la movilidad de tu perro mayor, ayúdalo a mantenerse sano vigilando su:
- Peso
- Hábitos alimentarios
- Patrones de sueño
- Hábitos de beber y orinar
- Piel con protuberancias o bultos
- Capacidad cognitiva
Estas visitas periódicas ayudan a detectar precozmente los procesos patológicos, de modo que cualquier tratamiento necesario pueda iniciarse lo antes posible, contribuyendo de esta manera a prolongar su calidad de vida.
Consejos para pasear sin riesgos a tu perro mayor
Cuando un perro es mayor, hay que tomar más precauciones con las condiciones que generalmente nos preocupan con perros de menor edad.
Durante los meses más cálidos, generalmente limitamos el recorrido, o cambiamos de horario, con tal de que nuestras mascotas no tengan el riesgo de sufrir un golpe de calor causado por la insolación.
Los perros mayores son más sensibles a los cambios de temperatura, por lo que es importante tener en cuenta el clima.
En lugar de salir, si no tienes tiempo de sacarlo en horarios menos calurosos, podes esconder snacks en el patio, alrededor de los troncos de árboles o en macetas que no contengan plantas frágiles, para que tu peludo tenga que ir a buscarlas.
En los días fríos procura dar paseos cortos y si tu perro tiene pelaje fino, abrigarlo para protegerlo del frío.
No se trata de las distancias que recorra tu mascota, sino que el objetivo es tener un peludo feliz, estimulado y ejercitado. Se trata más de estimulación mental que física, pero sin descuidar lo segundo.
Explorar su entorno mantiene su mente despierta e interesada, ofreciéndole un valioso ejercicio mental además de los beneficios físicos.
Para un perro, olfatear un árbol o vegetación, es como leer un libro o ver tu feed de Instagram, recibe una gran cantidad de información que a su vez es estimulación mental.
Con el tiempo, tu perro estará más tranquilo, tanto dentro, como fuera de casa. Dejan de ser obsesivos (cuando se quedan olfateando por minutos que parecen horas) y empiezan a ser más centrados, usando sus sentidos de forma deliberada.
No sólo estarán estimulados mentalmente, sino que también protegerás sus articulaciones de posibles daños, porque no estarán constantemente parando, saltando o corriendo detrás de una pelota.
Empieza con una consulta veterinaria
Cuando consideres que tu perro es mayor y es hora de una nueva rutina, previamente, es esencial hacer un chequeo general de salud con un veterinario.
El veterinario podrá evaluar su condición física actual e identificar cualquier preocupación que pueda afectar su capacidad de movilidad y de hacer ejercicio.
Cuida sus articulaciones
Inevitablemente, mientras más envejezca tu perro, sufrirá de artrosis en las articulaciones, pero será más fácil mantenerlo satisfecho y estimulado cuando esté acostumbrado a moverse deliberada y lentamente, usando el olfato y el cerebro.
Ten en cuenta las superficies, y opta por suelos blandos como hierba o caminos lisos, para disminuir las tensiones en las articulaciones y el desgaste de estas por las caminatas.
A medida que envejecen, sus articulaciones pierden flexibilidad y resistencia, por lo que controlar el peso de tu perro será importante, a mayor peso más sobrecarga en sus rodillas, por ejemplo, lo que dificultará su movilidad.
Adapta los paseos a su nivel de energía
Tu perro ahora está en otra etapa de su vida y tendrás que cambiar el chip acerca de los paseos con tu peludo.
De ese modo vas al ritmo de tu mascota y no permites que él se arrastre hacia a vos.
Es posible que tu perro mayor ya no pueda dar esos grandes paseos y enérgicos a los que estaban acostumbrados.
También puede pasar lo opuesto, ves a tu perro mayor y empiezas a dejar de sacarlo a caminar, esto por desgracia, puede ser más perjudicial que beneficioso. ¿Debes dejar de sacarlo a pasear? ¿Cambiar su rutina?
En lugar de largos recorridos, podes optar por paseos más cortos y frecuentes. De este modo se mantendrán activos sin sobrecargar su cuerpo. Prioriza siempre su comodidad prestando atención a sus niveles de energía durante los paseos.
Es una buena idea darles un rápido masaje de calentamiento muscular antes de salir a pasear. En los días de tiempo seco, lleva agua y deja espacio suficiente para descansos, que pueden servir para tomar agua, darse mimos y disfrutar del paisaje.
Sé más consciente con lo que te rodea, presta más atención y no estés conectado al celular o sin prestar atención a tu peludo.
Un arnés en lugar de collar
Para un perro mayor es más saludable usar un arnés que un tradicional collar durante los paseos.
Un arnés ayuda a distribuir la presión por el cuerpo de manera más uniforme, reduciendo la tensión en el cuello y haciendo el paseo más cómodo para tu perro.
Este pequeño pero importante cambio puede mejorar enormemente la experiencia de paseo de tu perro, sobre todo a medida que envejece.
Señales que debes prestar atención durante los paseos
Vigila el comportamiento de tu perro durante el paseo. Si empieza a cojear o jadear en exceso o se muestra reacio a continuar, son señales que hay que ajustar su rutina de ejercicio actual.
- Tu perro parece agotado después del paseo, en lugar de moderadamente fatigado pero feliz
- Ya no parece entusiasmado por salir a pasear
- Pierden notablemente la energía y el entusiasmo durante parte del paseo
- Parecen especialmente letárgicos durante un largo periodo de tiempo
- Se vuelven irritables durante o inmediatamente después del paseo
Supervisar en todo el recorrido del paseo la compostura y estado de tu perro sirve para evitar riesgos y daños a su salud.
Si permaneces atento a estas señales, te asegurarás que tus paseos sigan siendo agradables y sin riesgos para tu amigo peludo.
Aunque no conviene sobrecargar de trabajo a un perro mayor, tampoco es recomendable que se quede echado todo el día.
Si llevas a tu perro a hacer ejercicio de forma equilibrada contribuirá a mejorar su tono muscular, favorecerá sus articulaciones y fomentará una buena densidad ósea.
Si los periodos de inactividad se complementan con maratones recontra cargados de ejercicio los fines de semana en el campo, corres el riesgo de sobrecargar a tu peludo y lesionarlo.
Tampoco se trata de convertir a tu peludo en el perro de Superman, se trata de darle una mejor calidad de vida, día a día.
Reforzar el vínculo
Una de las mejores partes de pasear a tu mascota es la conexión emocional que fomenta.
Los perros mayores aprecian el tiempo que pasan con sus dueños, y estos paseos, en otra etapa de su vida, ofrecen la oportunidad perfecta para estrechar lazos.
Dar paseos a su ritmo, centrarse en su comodidad y disfrutar del tiempo juntos puede hacer que estos momentos sean gratificantes tanto para vos como para tu mascota.
La clave está en mantener a tu mascota en movimiento. Los paseos cortos y sencillos pueden ayudar a fomentar la salud, la salud articular y el bienestar.
Al final de cada paseo, tu peludo debería estar moviendo la cola y disfrutando de la vida, ya sea joven o viejo.