- ¿Qué son los bigotes del gato?
- ¿Cómo funcionan estas “antenas” que son los bigotes del perro?
- Los bigotes son sensores de radar
- Los bigotes también comunican emociones
- Los bigotes son protectores y necesitan protección
- Los peligros de quitar los bigotes de tu perro
- Conclusiones
Tabla de contenidos
Al igual que los humanos, los perros son animales cubiertos por pelo. Y a todos les queda muy bien, por no decir, que a veces parecen unos peludos ancianos por sus mostachos.
Los perros tienen un conjunto de pelos rígidos que sobresalen a los lados del hocico y que popularmente se llaman bigotes y no se parecen en nada a los bigotes no funcionales que a veces les salen a los hombres.
Pero los bigotes de los perros, no están de adorno, ni están para parecer viejos sabios caninos, sino que cumplen una función bastante específica y útil. Entonces ¿por qué los perros tienen bigotes?
¿Qué son los bigotes del gato?
Técnicamente estos pelos especiales se llaman vibrisas, pero un mejor nombre, al menos más descriptivo, sería “antenas”, porque los bigotes del perro son sofisticados dispositivos que les ayudan a sentir el mundo.
Son muy diferentes de la mayoría de los pelos del cuerpo del perro. Para empezar son más rígidos y están incrustados profundamente en la piel.
Se sitúan estratégicamente sobre los ojos, en la barbilla y sobre el labio superior. El patrón y la ubicación exacta varía según la raza, por eso es que algunos perros tienen unos bigotes muy divertidos.
A diferencia de los humanos, los perros de todas las edades tienen bigotes, que técnicamente son llamados vibrisas. Los cachorros recién nacidos no necesitan llegar a la pubertad para que les crezcan los bigotes, que son de los primeros pelos que se desarrollan y están presentes al nacer.
Sin embargo, mucho más importante es el hecho de que en la base de cada vibrisa hay una alta concentración de neuronas sensibles al tacto, de modo que la más mínima presión sobre ese pelo rígido producirá una respuesta neural.
Las vibrisas son más sensibles que el pelo normal porque los folículos que los originan están llenos de vasos sanguíneos y nervios. De hecho, los bigotes de los perros son tan sensibles como las yemas de los dedos de un humano.
Las vibrisas sirven como elemento de alerta precoz de que hay algo cerca de la cara y, por lo tanto, ayudan al perro a evitar choques con paredes u objetos y le avisan de que se acerca algo que podría dañarle la cara o los ojos.
Puedes demostrarlo moviendo suavemente tus dedos por las vibrisas de tu perro. Con cada movimiento, el ojo del mismo lado de la cara parpadeará de forma protectora y tu perro tenderá a apartar la cabeza del lado donde moviste tus dedos.
¿Cómo funcionan estas “antenas” que son los bigotes del perro?
Los bigotes acentúan la cara del perro. Enmarcan los ojos, comparable a las cejas en los humanos y “enfatizan” el hocico cuando un perro sonríe. Pero los bigotes además, guían a los perros en sus actividades diarias.
Estos pelos especializados facilitan la visión y ayudan al perro a orientarse en su entorno proporcionándole información sensorial adicional, como las antenas de los insectos.
Las vibrisas, también llamados “pelos táctiles”, en realidad no sienten nada. Simplemente transmiten información a las células sensoriales cuando detectan objetos o movimiento.
Al detectar cambios sutiles en la corriente de aire, los bigotes de los perros transmiten información sobre el tamaño, la forma y la velocidad de los objetos cercanos. Así los bigotes orientan a los perros por el mundo.
Los bigotes son sensores de radar
Los perros son conocidos por su gran sentido del olfato y el oído, de hecho tienen tan desarrollado el olfato que odian estos olores, pero la visión canina no es muy efectiva. Los perros ven mejor de lejos pero les cuesta enfocar de cerca.
Los bigotes ayudan a los perros a “ver” cosas que tienen delante de sus narices enviando constantemente información al cerebro canino.
Cuando un perro se acerca a algo que se encuentra en su camino, agita corrientes de aire que rebotan al chocar con objetos sólidos.
Los bigotes detectan vibraciones muy débiles causadas por cambios en las corrientes de aire y actúan como detectores de radar.
En la naturaleza, los bigotes pueden alertar a un perro de la presencia de presas, enemigos potenciales o el paradero de su manada. En casa, los bigotes ayudan a los perros domésticos a ubicar sus platos de alimento o sus juguetes favoritos por la noche.
En otras palabras, el radar de bigotes puede ayudar a un perro a cazar de noche, así como evitar que se choque con las paredes en la oscuridad.
Los bigotes también comunican emociones
Cuando un perro está descansando, los bigotes se toman un respiro. Pero cuando está activo, sus bigotes también.
Un perro feliz o curioso, elevará los bigotes por encima de los ojos, lo que le otorga un aspecto simpático, cariñoso y de ojos abiertos que tanto nos gustan.
Si, por el contrario, un perro se siente amenazado, agitará los bigotes de su hocico, y los orientará hacia la amenaza.
Los bigotes son protectores y necesitan protección
Estos pelos sensibles reaccionan al contacto con las partículas más pequeñas.
Cuando una minúscula mota de polvo cae sobre un bigote por encima del ojo, el perro parpadea o sacude la cabeza y se la quita de encima.
Esta reacción protege al ojo, que puede lesionarse incluso con una partícula de polvo.
Al pasear al aire libre, si los bigotes de un perro detectan una brizna de hierba alta o un arbusto espinoso, hacen que el perro retroceda o maniobre para evitar arañazos o pinchazos en el ojo
De este modo los bigotes evitan que tu perro se meta en líos en más de un sentido.
Una buena parte del cerebro de un perro se dedica a procesar los datos de los sensores táctiles. Los bigotes son sensores táctiles muy confiables.
Casi el 40% del área sensorial del cerebro se alinea con partes del cuerpo que tienen bigotes. Cada bigote individual puede rastrear hasta un punto específico del cerebro, lo que significa que los bigotes ocupan un valioso espacio neurológico en el cuerpo del perro.
Dado que los bigotes son tan importantes para que un perro pueda desenvolverse con seguridad dentro y fuera de la casa, los bigotes ayudan a protegerlos.
Los peligros de quitar los bigotes de tu perro
Los perros a los que se les han quitado las vibrisas o recortado parecen más inseguros en condiciones de poca luz.
En estas condiciones se mueven más despacio porque no reciben la información de la que dependen para saber dónde están las cosas con las que pueden tropezar.
Cuando acaricies a tu perro, tocale muy suavemente los bigotes a lo largo de la veta. No intentes tirar de ellos ni arrancárselos.
Con las vibrisas intactas, un perro no necesita estar en contacto físico con una superficie para saber que está ahí, es como su “sentido arácnido” para los que hayan visto alguna vez Spider-Man.
Así que si estabas pensando recortarle sus bigotes o hacerles algún tipo de intervención, mejor déjalos en paz.
Conclusiones
Los bigotes de un perro son muy adorables y les dan un aspecto divertido, pero más allá de "adornos" encantadores, cumplen la función de orientar a los perros del mundo que los rodea.
En los bigotes o vibrisas del perro hay una alta concentración de neuronas sensibles al tacto, que son las que envían la información al cerebro, de lo que hay alrededor del perro, para que se desenvuelva con seguridad.
Así que más que bigotes, los perros poseen unas antenas como radares que es como su sentido del tacto, y que les evitan golpearse con objetos, así como les ayuda a encontrar su manada, y protegerse en muchos sentidos.
No tires ni cortes los bigotes de tu perro, porque como vimos, son sus radares que les permiten ir seguros por el mundo.