- Qué es la toxoplasmosis
- Síntomas de la toxoplasmosis
- Toxoplasmosis y gatos: qué relación existe
- Cómo saber si mi gato tiene toxoplasmosis
- ¿Es posible que me contagie mi gato de toxoplasmosis?
- ¿Puedo tener gatos si estoy embarazada?
- Conclusiones
Tabla de contenidos
La toxoplasmosis es una enfermedad que puede causar complicaciones en mujeres embarazadas o en personas que tengan algún tipo de inmunodeficiencia.
A pesar de que, en un gran número de casos, la toxoplasmosis no se presenta como una condición grave, existen escenarios en los cuales hay que tener mucho cuidado para no tener consecuencias graves.
En este artículo queremos contarte acerca de la relación que existe entre los gatos y la toxoplasmosis: qué cosas son ciertas, que cosas son exageradas y qué cosas son meramente mitos populares/leyendas urbanas.
Acompáñanos a aprender sobre toxoplasmosis y su relación con los gatos en este artículo.
Qué es la toxoplasmosis
La toxoplasmosis es una enfermedad ocasionada por un parásito llamado Toxoplasma Gondii, un parásito intracelular que pertenece a la familia de los coccidios (parásitos que deben vivir y reproducirse dentro de las células) y se caracteriza porque tienden a formar quistes.
Este parásito es uno de los más comunes del mundo, se estima que entre 1 de cada 5 personas lo ha contraído (datos de EEUU) razón por la cual es probable que hayas entrado en contacto con dicho parásito en algún momento y que no hayas tenido síntomas o complicaciones mayores o que hayas presentado síntomas similares a los de la gripe/influenza.
La enfermedad causada por este parásito es especialmente problemática en personas con la inmunidad comprometida o en embarazadas.
Síntomas de la toxoplasmosis
Al ser tan prevaleciente, las personas sanas que han sido infectadas no presentan síntomas graves e incluso es posible que ni se enteren que han sido infectadas.
Pero, a pesar de esto, en algunas personas los síntomas desarrollados pueden ser:
- Dolor de cuerpo
- Dolor de cabeza
- Fiebre
- Cansancio general
- Inflamación de ganglios linfáticos
Ahora, en personas que tengan algún tipo de compromiso inmunitario, los síntomas pueden llegar a:
- Desorientación.
- Mala coordinación.
- Convulsiones.
- Problemas pulmonares similares a la tuberbulosis o neumonia.
- Visión borrosa causada por una inflamación grave de la retina.
Toxoplasmosis y gatos: qué relación existe
A pesar de que la toxoplasmosis es una enfermedad muy prevaleciente que está presente en diversos medios con los que los humanos interactuamos (carne, verduras, otros animales), los gatos son los huéspedes definitivos de esta enfermedad ya que es en su sistema digestivo donde el parásito se reproduce.
La realidad es que los gatos son los portadores de esta enfermedad y quienes la suelen contagiar a los humanos.
Ahora, existe una creencia de que el gato es en sí el único portador de la enfermedad y eso es erróneo: el gato contrae la enfermedad mayormente comiendo roedores y aves que son sus presas naturales.
En caso de entrar en contacto con el parásito, tu gato lo alojará en su intestino desde donde este puede reproducirse haciendo ooquistes que entrarán en un período de maduración de entre 1 y 5 días. Pasado este período el gato los expulsa a través de las heces que estarían infectadas y contagiarían a los humanos en caso de que ellos entren en contacto.
Es decir, tu gato puede contagiarse únicamente si es callejero, caza ratas o aves o está en contacto con otros gatos que lo hagan.
Por este motivo, si tu gato se alimenta a base de alimento balanceado para gatos y no tiene la costumbre o la oportunidad de cazar ratas o pájaros, lo más probable es que tu gato no haya estado expuesto a la toxoplasmosis, razón por la cual no puede contagiarte, por lo que no deberías preocuparte demasiado.
Cómo saber si mi gato tiene toxoplasmosis
Lo más importante para saber si tu gato tiene toxoplasmosis es estimar que tipo de gato es tu compañero felino.
Si gato no suele salir, tiene una dieta controlada y suele quedarse dentro de tu casa, es muy posible que tu gato no tenga toxoplasmosis.
Ahora, si tu gato tiene la costumbre de salir, es callejero o simplemente consume alimentos de la calle, es más probable que tu gato haya estado en contacto con ratas y por lo tanto es probable que la comida que consume por fuera también haya tenido contacto con elementos contaminados.
Los gatos pueden presentar síntomas ante la toxoplasmosis si se presenta en una etapa avanzada.
Los síntomas que se suelen presentar en gatos son:
- Fiebre
- Malestar estomacal
- Falta de apetito
- Problemas oculares
- Problemas de coordinación
- Dolor muscular
En la mayoría de los casos, al igual que los humanos, los gatos no presentan síntomas graves.
En caso de que presente síntomas existen tratamientos eficaces para combatir la enfermedad y evitar que termine en cuadros más complicados.
No obstante, la única forma fehaciente de saber si tu gato tiene toxoplasmosis es hacerle un análisis parasitológico con su veterinario de cabecera de manera de descartar por completo otras posibilidades.
¿Es posible que me contagie mi gato de toxoplasmosis?
La respuesta es sí. Como te comentábamos anteriormente, si tu gato es semi-hogareño o callejero, lo más probable es que sea portador de este parásito.
Ahora que nos adentramos en el tema del contagio podemos romper otro mito urbano: "la toxoplasmosis se contagia de tan solo tocar a un gato". Esta afirmación es falsa.
Si tu gato tiene toxoplasmosis expulsará los quistes en las heces (quistes que son producto de la reproducción del parásito).
Por lo tanto, estas serían las formas realistas en las que te podrías contagiar de toxoplasmosis:
- Si limpias el arenero de tu gato y no tienes una higiene apropiada (lavarte bien las manos luego de limpiar) y procedes a consumir algún alimento
- Si tu gato te rasguña la piel hasta causarte una herida. Instintivamente los gatos esconden sus heces y en este proceso utilizan sus garras, en consecuencia partículas de heces quedan almacenadas en ellas.
Si sigues una correcta higiene y tu gato no te ocasiona laceraciones al arañarte mientras juega contigo, la forma en la que podrías contagiarte es a través de la ingesta directa de heces fecales (esperamos que nadie consuma estas como plato principal).
Debemos reiterar que si tu gato es 100% hogareño y no tiene contacto con el mundo exterior, es muy poco probable que sea portador del parásito.
¿Puedo tener gatos si estoy embarazada?
Otra creencia popular en nuestra región es la siguiente: "No puedo tener gatos si estoy embarazada".
Debemos enfatizar que no deberías dar a tu gato en adopción por el mero hecho de estar embarazada: es muy poco probable que sea responsable por algún problema en tu salud o en la de tu bebe.
Rompiendo otro mito de la creencia popular te contamos: si, podés tener un gato estando embarazada.
En esta situación, debes tomar en cuenta que las personas gestantes tienen una baja importante de defensas debido al crecimiento del feto.
Debido a esto te recomendamos tener precaución en las siguientes actividades:
- No limpies el arenero de tu gato: esa tarea debes dejarla para los demás miembros de la familia y ellos deben utilizar guantes seguir una correcta higiene luego de esta limpieza.
- Tu gato debe tener las garras cortas para evitar cualquier accidente en el que pueda llegar a rasguñarte: nuevamente, esta tarea debe ser realizada por algún otro miembro del hogar.
- Evitar el contacto con gatos de la calle: aunque puedan ser muy simpáticos, los gatos de la calle están en contacto con diversos tipos de carne cruda que pueden estar infectados con el parásito del toxoplasma gondii.
El gato no es el único que puede transmitirnos esta enfermedad si estamos en etapa de gestación. Debido a que en esta etapa la persona gestante tiene una prominente baja de defensas, la carne poco cocida y la mala higiene de alimentos también pueden ser vectores de la enfermedad.
Si estás embarazada y tenes mucho cuidado con lo que te aconsejamos, no deberías tener riesgo alguno de contraer toxoplasmosis
Conclusiones
La toxoplasmosis es una enfermedad muy común y de la cual se tiene poca información.
Recordemos que el gato solamente puede contraer este parásito por medio de rata, sus heces, o si caza algún ave. Por lo tanto él, de por sí, no presenta nigún riesgo si no ha estado en contacto con estos animales o roedores.
Es probable que la mayoría de nosotros haya llegado a padecerla en algún momento de nuestras vidas y ni siquiera nos hemos percatado.
Por este motivo, si ya has entrado en contacto con el parásito en algún momento (sin importar si fuiste sintomático o asintomático) esto puede significar que ya hayas desarrollado inmunidad a este y podes transmitir esta inmunidad a tus hijos.
El gato no es el único transmisor, podemos contraer el parásito por medio de comidas ya sea poco cocidas o a través de la mala higiene de alimentos.
Los riesgos ante esta enfermedad suelen presentarse de forma real cuando tenemos un sistema inmune deprimido: personas con enfermedades de base, personas embarazadas entre otros.
Si tu gato permanece en casa, come alimento balanceado o alimento húmedo y no sale por ningún motivo, no habrán riesgos de que sea portador del parásito.
Lo que recomendamos es que si tu gato sale a la calle durante el día o si no lo ves por días ya que es callejero, tengas cuidado al limpiar el arenero, utilizá guantes, sigue una correcta higiene y cortale las garras de forma correcta para evitar que te cause alguna laceración.
No des en adopción a tu gato ni te despidas de él por miedo a esta enfermedad. Antes de tomar cualquier decisión deberías asegurarte de que tu gato representa un problema e incluso cuando parezca representarlo, lo más probable es que sea algo que se pueda resolver.
Ante cualquier sospecha, consultá con el veterinario de tu gato para realizarle los respectivos análisis y pueda recibir un correcto tratamiento.