¿Por qué mi perro no quiere comer?

Las mascotas son un miembro muy importante de la familia por lo tanto si notas que algo no está bien como por ejemplo que rechace su comida, es una señal que hay algún problema de salud y necesitas identificar el problema para evitar que sufra consecuencias graves.

    Tabla de contenidos

  1. Posibles causas que expliquen que tu perro no quiera comer
    1. Transiciones alimentarias
    2. Estrés o aburrimiento
  2. Ansiedad por separación
  3. Comida echada a perder
  4. Malos hábitos
  5. Problemas estomacales
    1. Celo
  6. Vacunaciones recientes
    1. Deshidratación
  7. Sobrealimentación
    1. Enfermedades 
  8. Conclusiones

La falta de apetito en perros no es un comportamiento normal.

Lo normal es que nuestro perro tenga un apetito saludable y que nos pida comida al menos un par de veces al día.

Pero existen situaciones que pueden hacer que nuestros perros pierdan el apetito. Lo bueno es que no todas estas razones implican que nuestro perro está mal.

A veces sucede que nuestro perro se acerca a su plato de comida, lo huele y se aleja como si la comida que le dimos no fuese digna de su aprobación.

Ahora, también es posible que nuestro perro no quiera comer por problemas que pueden ser potencialmente graves si no son tratados a tiempo.

En este artículo, te mostramos las causas por las que tu perro no quiere comer. Tanto las que no son graves e incluso pueden ser meros caprichos como las que si ameritan atención veterinaria.

Posibles causas que expliquen que tu perro no quiera comer

Antes de preocuparnos por un posible problema de salud asociado a la falta de apetito nos debemos fijar en otros factores que pueden hacer que un perro no quiera comer.

A continuación te mostramos algunas de las posibles causas.

Transiciones alimentarias

Si un perro recibe alimento balanceado, que es una ración equilibrada en nutrientes y que siempre tiene el mismo sabor, cambiárselo de manera abrupta puede ser un problema.

Los cambios abruptos en la alimentación pueden generar consecuencias para la salud de tu mascota. 

Toda transición de comida debe hacerse poco a poco, empezar con un 75% de la comida anterior y agregar un 25% de la nueva durante 3 días. 

En los siguientes 3 días se debe proseguir con un 50 y 50%, sin dejar de estar atentos a la respuesta al alimento. 

Por último 25% de la anterior y 75% de la nueva y así se evitarán problemas intestinales.  

Si tu perro es de edad avanzada hay que ser incluso más cuidadosos con el cambio ya que su flora intestinal será más débil por lo que será aún más susceptible a los problemas asociados con una transición alimentaria.

Estrés o aburrimiento

El estrés no es exclusivo a los humanos, nuestras mascotas también pueden padecerlo y puede ser una de las causas de su repentina pérdida de apetito. 

El aburrimiento es un signo de que no está recibiendo suficientes estímulo: sacalo a pasear un par de veces al día y juega con él y sus juguetes

Un traslado o una mudanza pueden crear tensión. Si te mudaste recientemente trata de hacerlo sentir a gusto en tu nuevo hogar: hacelo conocer los espacios de a poco y acondicionarlos con objetos con los que interactuaba en el antiguo lugar. 

La inclusión de un nuevo miembro a la familia o el fallecimiento de alguien cercano a la mascota pueden también provocar estrés emocional. En estos casos lo recomendable es pasar más tiempo con ella para aliviar el choque que estos acontecimientos le pueden producir.

Lo más importante en episodios de estrés es identificar la raíz del problema. Los perros son animales de rutina por lo que mantenerla y acompañarla con juegos y juguetes siempre ayuda a aliviar el estrés.

El ejercicio ayudará a tratar estos episodios de estrés. Sacarlo a pasear antes de las comidas hará que se le abra el apetito y así poco a poco volverá a comer normalmente. 

Ansiedad por separación

Si tu perro no come cuando lo dejás solo en casa puede que la ansiedad por separación sea la causa. En caso de sufrirla, además de perder el apetito tu perro puede tener un comportamiento errático descargar su ansiedad en objetos, salivar en exceso, coprofagia, entre otros.

Esta problemática se puede solucionar modificando algunos patrones de nuestro comportamiento y de su entorno para disminuir la ansiedad que siente al estar sin nosotros.

Comida echada a perder

Es posible que, aunque no te des cuenta, le estés dando a tu perro comida expirada o que haya perdido sus características de olor/sabor.

El oxígeno puede oxidar las grasas del alimento balanceado de tu perro haciendo que tenga un gusto rancio y por lo tanto indeseable para tu mascota.

Lo mismo puede pasar con la humedad o la exposición a la luz del alimento que le das a tu perro.

Entonces tu perro, con el excelente olfato que lo caracteriza puede detectar fácilmente que la comida que le das no tiene el mismo sabor de siempre y por lo tanto rechazarla.

Si tu perro no tiene un consumo importante, procura no comprar grandes cantidades de comida si es que no vas a almacenarla en un lugar seco, fresco y oscuro.

Malos hábitos

No es poco común que malacostumbremos a nuestros perros a la hora de darles de comer.

Si bien sabemos que necesitan comer una ración balanceada, a veces les damos alimentos prohibidos que les encantan porque sabemos que nos darán una dosis extra de cariño por ello.

En esos casos y si eventualmente les dejamos de dar el capricho (puede ser una salchicha o carne con su alimento balanceado) nuestro perro puedo expresar rechazo a su comida como una forma de decirnos que quiere volver a comer lo que le dábamos.

La solución a este problema es volver a acostumbrarlos a comer lo que siempre comían, disminuyendo la expectativa de que todas sus comidas iban a incluir el chorizo sobrante del asado en el que estuviste el domingo.

Problemas estomacales

Los perros son curiosos por naturaleza, les encanta explorar el mundo y, en especial, llevarse todo lo que puedan llevarse a la boca.

Si tu perro no quiere comer es posible que haya comido algo que no debería haber comido: basura, bichos, objetos no comestibles, entre otros.

En estos casos, es probable que tu perro presente diarrea como consecuencia, signo de que el cuerpo está tratando de deshacerse de estos objetos foráneos indeseables.

Si bien es imposible monitorear todo lo que comen nuestros perros, tener en cuenta los síntomas asociados con comer porquerías es una buena idea, más aún si tu perro no quiere comer o tiene falta de apetito.

Celo

El celo es el periodo en el que la hembra está receptiva a la monta por parte del macho. Durante este periodo puede sufrir cambios físicos y hormonales que afectan a su comportamiento, entre ellos puede ser la falta de apetito. 

Debes asegurarte que la comida sea lo más apetecible posible, puedes mezclarla con un poco de proteína de manera gradual para evitar que deje de comer. 

También hay opciones de comida húmeda que puedes utilizar para mezclar con sus croquetas como Dog Chow Adulto Pavo y Pollo, Dog Chow Cena de Carne o Dog Chow Cachorro Pollo el beneficio de la comida húmeda para perros es que aporta una fuente adicional de líquidos. 

Vacunaciones recientes

Salvo que nos hayamos empapado con videos de dudosa procedencia, todos entendemos que la vacunación es un proceso vital para nuestra salud y la de nuestras mascotas.

A pesar de que las vacunas son cada vez más seguras, vacunarse no es un proceso libre de costos.

Todas las vacunas que le solemos dar a nuestras mascotas tienen ciertos riesgos (aunque menores) que hay que considerar: fiebres ligeras, decaimiento, falta de apetito, entre otros.

Si vacunaste a tu perro recientemente y ves que no tiene muchas ganas de comer o come con menor frecuencia que antes, no te preocupes, está atravesando los síntomas normales de haber sido vacunado.

Ahora, si tu perro no quiere comer por un período largo de tiempo después de haberse vacunado, es posible que tenga algo más grave que deba ser atendido.

Deshidratación

La deshidratación es otro de los factores que puede hacer que tu perro pierda al apetito.

Es importante que tu perro tenga disponible una fuente de agua fresca para beber cuando tenga sed y también es importante controlar su ingesta de agua en especial en días de calor o cuando sale de paso.

Si identificás que la razón por la que tu perro no tiene ganas de comer es que está deshidratado, es importante ver qué grado de deshidratación tiene. En caso de tener una importante falta de líquidos sea necesario hacerle una terapia de hidratación en vena (siempre consulta antes con su veterinario)

Podés leer más al respecto sobre la hidratación en perros para saber todo lo que tenés que tener en cuenta.

Sobrealimentación

No solamente de croquetas y alimento húmedo se alimenta tu perro. 

Es posible que a lo largo del día reciban snacks para perro, bocadillos, sobras o cualquier otro tipo de comida en general.

En ese caso, debes contemplar que el apetito de tu perro no depende solamente de sus comidas programadas sino que todo lo que reciba de comer contribuye a su sensación de llenura.

Si vas a darle snacks a tu perro considerá distribuirlos en función de su dieta y también tomá en cuenta su ingesta calórica para no sobrepasar los límites y hacerlo engordar o dejar de comer.

Enfermedades 

Habiendo descartado todas las causas anteriores que se pueden solucionar con un cambio de alimentación y rutina, si nuestro perro sufre de falta de apetito, es posible que tenga un problema de salud.

La pérdida de apetito puede ser un síntoma de algún dolor o malestar, acompañado a esto viene la falta de energía y en algunos casos los síntomas de una enfermedad que se pueden manifestar en diarrea, vómitos entre otros. 

Si no identificamos a tiempo la pérdida de apetito asociada a alguna condición que nuestro perro pueda padecer es probable que la dolencia tenga consecuencias graves.

En estos casos, la falta de apetito es un síntoma del problema que nos puede ayudar a identificarlo. Lo recomendable en estos casos es llevarlo al veterinario para que pueda darle un diagnóstico y hacer los análisis correspondientes que puedan corroborar cuál es el problema que lo aqueja.

Como norma general, nunca debes ignorar el hecho de que tu perro no quiera comer ya que si bien existen explicaciones mundanas, asociadas a su carácter y sus mañas, también existen razones serias por las que pueda sufrir esta dolencia.

Conclusiones

En situaciones normales, los perros suelen tener hambre y expresarlos con sus acciones. Esto no significa que deban tener hambre o estar desesperados por comer todo el tiempo.

Muchas de las causas por las que tu perro puede no tener hambre tienen que ver con detalles de rutina, comportamiento o estrés.

En estos casos debes tratar de preocuparte por resolverlas para que tu perro vuelva a la normalidad.

Sin embargo, tu perro puede tener falta de apetito por alguna dolencia grave que en caso de no ser tratada pueda tener consecuencias importantes.

Nunca deberías ignorar el hecho de que tu perro no quiera comer y más aún si no sabés por qué no quiere hacerlo.

Recuerda siempre consultar a tu veterinario y planificar bien si vas a hacer una transición en la comida de tus mascotas.