- ¿Qué le puede pasar a un perro que come sobras de la mesa?
- Pancreatitis
- Malestar gastrointestinal
- Exposición a toxinas
- Cuerpos extraños en los alimentos
- Astillas de hueso
- ¿Hay algún tipo de sobras que le puedo dar a mi mascota?
- En caso de duda, tíralo a la basura o compost
- Dieta equilibrada para perros
- Habla con su veterinario sobre los nuevos alimentos
- Cómo enseñar modales en la mesa a tu mascota
- ¿Aliméntarlo al mismo tiempo que almuerzas?
- Establece una rutina
- Establece las restricciones pertinentes
- No dar sobras frías a tu mascota
- Resistí ante la tentación
- Premia el buen comportamiento
- Conclusiones
Tabla de contenidos
Una de las cosas más tentadoras como dueños de mascotas, es darles sobras a nuestro perro, un pedazo de albóndiga u pan que nos haya sobrado cuando estamos llenos, sobre todo cuando nos miran fijamente durante toda la comida.
Pero ¿es bueno darle sobras a mi perro? Lamentablemente la respuesta es no, al menos en la mayoría de las situaciones.
Porque los alimentos ricos en calorías y grasas que tanto nos gustan son algunos de los peores para nuestras mascotas.
Sólo una ración generosa de una comida cargada de grasa o de sobras aparentemente inocentes puede tener graves consecuencias para la salud física de tu perro.
A continuación, en este artículo por qué debes pensarlo dos veces antes de dar las sobras a tu perro, las consecuencias de hacerlo y cuándo puedes hacerlo sin que eso suponga un riesgo a la salud de tu peludo.
¿Qué le puede pasar a un perro que come sobras de la mesa?
Los perros que reciben normalmente restos de comida, o que su alimento es en esencia los restos de la mesa familiar corren el riesgo de sufrir diversos problemas de salud. Estos son los más frecuentes e importantes:
Pancreatitis
La pancreatitis es una enfermedad causada por la ingestión de alimentos grasos, y puede ser mortal en los perros.
Normalmente, el páncreas libera enzimas en el tracto digestivo cuando se ingieren alimentos para ayudar a descomponer toda la grasa y favorecer la digestión.
La pancreatitis se produce cuando estas enzimas se liberan prematuramente -antes de que la comida llegue al tracto digestivo-, lo que hace que el páncreas empiece a ingerirse a sí mismo e induzca la inflamación.
Estas enzimas también pueden filtrarse a la cavidad abdominal, provocando daños en las estructuras adyacentes y otros órganos, como el hígado, los conductos biliares, la vesícula biliar y los intestinos.
Aunque los alimentos ricos en grasas no son lo único que puede causar pancreatitis, se cree que son una de las principales causas de pancreatitis aguda.
Los signos clínicos que se observan dependen de la gravedad de la pancreatitis, pero pueden incluir:
- Dolor abdominal intenso
- Vómitos
- Diarrea
La gravedad de la enfermedad determinará el tratamiento, que a veces puede requerir la hospitalización de su mascota.
Malestar gastrointestinal
No todos los sistemas gastrointestinales son capaces de asimilar nuevos alimentos y digerirlos correctamente.
Si sabes que tu mascota ha tenido sensibilidad digestiva en el pasado, debe evitar introducir nada nuevo en su dieta, sobre todo alimentos humanos.
Los alimentos nuevos pueden alterar el equilibrio del revestimiento gastrointestinal y la flora de tu mascota, lo que puede provocar inflamación en el tracto gastrointestinal.
Esto puede provocar que tu mascota sufra problemas como:
- Dolores de estómago
- Diarrea
- Vómito
- Pérdida de apetito
- Letargo
Si observas estos síntomas, lleva inmediatamente a tu mascota al veterinario. Ellos podrán ayudar a tu perro a recuperarse de forma segura y asegurarse de que no haya problemas posteriores.
Exposición a toxinas
Aunque sea con buena intención, dar de comer a las mascotas restos de la mesa puede llevarles a ingerir alimentos tóxicos.
Los alimentos humanos que contienen pasas, uvas, chocolate, xilitol (un sustituto del azúcar presente a menudo en chicles y caramelos) y cebollas, por nombrar los más comunes, pueden ser tóxicos.
Estos alimentos pueden introducirse de formas aparentemente inofensivas, como en panes con pasas, sopas, brownies y cualquier otra combinación de alimentos con estos ingredientes.
Muchas de estas toxinas pueden tener graves ramificaciones, que empeoran las cosas. Por ejemplo, las pasas y las uvas se han asociado a toxicidad renal en animales de compañía, y el xilitol provoca bajadas extremas de azúcar en sangre que pueden conducir a la muerte.
Si quieres conocer todos los alimentos que son prohibidos para los perros puedes hacerlo leyendo la lista completa en este artículo.
Cuerpos extraños en los alimentos
Otro motivo de preocupación son los cuerpos extraños intestinales, que son objetos extraños dentro del tracto gastrointestinal, que pueden venir de alimentos encontrados en el piso o que incluso les damos como sobras.
Entre los cuerpos extraños más comunes que ingieren los perros figuran trozos de juguetes, huesos, semillas de durazno, marlos de maíz, trozos de mantas, calcetines, ropa interior, lazos para el pelo, alfombras y cuerdas. Los cuerpos extraños suelen provocar una obstrucción gastrointestinal, que puede ser mortal si no se trata.
Los síntomas de una obstrucción gastrointestinal son:
- Vómitos
- Diarrea
- Falta de apetito
- Letargo
Si sospechas que tu mascota ha ingerido un cuerpo extraño, llama inmediatamente a tu veterinario. A veces, si acudís inmediatamente a la consulta, el veterinario podrá inducir el vómito, pero no siempre es recomendable.
Algunas obstrucciones son fáciles de diagnosticar, mientras que otras son más difíciles. A menudo, será necesario repetir las radiografías o se recomendará una ecografía abdominal si no está claro.
Dependiendo del diagnóstico, tu veterinario te aconsejará el mejor tratamiento para una obstrucción por cuerpo extraño. Los tratamientos habituales recomendados son la extirpación quirúrgica o una fluidoterapia agresiva.
Astillas de hueso
Los huesos también son potencialmente peligrosos para las mascotas, porque generalmente los perros los mastican hasta partirse en astillas que terminan depositados en el estómago del perro.
La mayoría de los perros aman un buen hueso, pero hay que saber darle a tu mascota huesos que no pueda romperlos y posteriormente tragarlos.
Esto se aplica a los huesos de cerdo y de bistec, pero es especialmente cierto en el caso de las carcasas y huesos de aves (por ejemplo, los huesos de pavo y pollo que podría haber considerado dar a su perro como sobras).
Un hueso recomendable son los de osobuco, porque son lo suficiente resistentes (para muchos perros, no todos ojo) para que tu perro lo muerda y no lo trague.
Los trozos astillados pueden quedar atrapados en cualquier parte, desde la boca hasta la garganta (esófago) o el estómago. Incluso pueden incrustarse en las paredes intestinales.
Los trozos de hueso más grandes también pueden atascarse en el intestino delgado, causando dolor y angustia a su perro porque otros objetos no pueden pasar por el estrecho conducto.
De hecho, en algunos casos, los fragmentos óseos internos pueden requerir una extirpación quirúrgica.
Si quieres profundizar sobre el tema de los huesos y los perros y si está bien darle, podes leer este artículo.
¿Hay algún tipo de sobras que le puedo dar a mi mascota?
Aunque pensemos que haremos feliz a nuestro compañero, darle las sobras de nuestras comidas no es recomendable. Los perros necesitan una dieta equilibrada y adecuada a sus necesidades nutricionales.
A menudo, nuestra comida está elaborada con ingredientes que no son adecuados para los perros. Las sobras pueden interferir en la digestión del perro, ¡pero eso no es todo!
Como vimos los alimentos que consumimos suelen ser dulces, salados o grasos, lo que no se ajusta a las necesidades de los perros y puede provocar un desequilibrio en su dieta.
Aunque algunos ingredientes parezcan inofensivos, en realidad pueden resultar perjudiciales y provocar intoxicaciones.
Además de no ser buenas para la salud de los perros, las sobras son una de las principales causas de sobrepeso canino.
Cualquier alimento que se le dé fuera de su nutrición diaria, no puede representar más del 10% de su dieta, una vez entendido esto, podemos probar con alimentos que no van a ser dañinos para la salud de tu mascota.
La clave está en la moderación. Hay que evitar cualquiera de los alimentos enumerados anteriormente, así como los alimentos poco saludables, como los platos fritos o los alimentos envasados.
Los alimentos enteros y frescos, como la carne, las verduras y la fruta, son los mejores, sobre todo al natural o muy poco cocinados.
Si estás comiendo una porción de carne, puedes cortar un pedazo pequeño (sin grasa), tratar de limpiar la sal y dársela a tu perro.
Lo mismo con las verduras, por ejemplo la zanahoria, zapallo, brócoli o la papa y camote (en pequeñas proporciones y cocidas).
Se recomienda invitar a tu perro pequeños pedazos, después que hayas terminado de comer, eso para que entienda que tiene que dejarte comer tranquilo, para luego recibir un bocado.
Estas son las sobras que le puedes dar a tu perro:
- Frutas y vegetales
- Pollo
- Salmón
- Trucha
- Pescado en general
- Pavo
- Bife
- Papas
- Camote
- Huevos cocidos
- Fideo (pero en muy pocas cantidades, como todas las sobras permitidas)
Sobras que no debes darle a tu mascota:
- Puré de papas (por la leche y mantequilla usada)
- Algunos tipos de huesos
- Comidas grasosas
- Frituras
- Uvas
- Palta
- Comida muy sasonada
- Helado (por los conservantes)
- Postres en general (por los azúcares y conservantes)
- Nueces
- Pastas
- Caldos
En caso de duda, tíralo a la basura o compost
Hay que tener cuidado, por ejemplo, con ciertos ingredientes que pueden parecer sanos: un tomate ligeramente verde podría ser tóxico para tu sabueso.
Sólo tienes que estar totalmente seguro de que la chatarra que le das es segura. Lo mejor es seguir la regla: en caso de duda, tiralo a la basura o al compost que tienes en el patio.
Los perros no vinieron al mundo para comer solo nuestras sobras o para intentar salvar lo que se hecho a perder y no queremos desperdiciar.
Dieta equilibrada para perros
Cabe mencionar que estas sobras -aunque sean saludables- nunca deben sustituir a los alimentos o comidas diseñados específicamente para su mascota.
Dejar que se acabe las zanahorias y mezclarlas con un poco de pollo fresco es estupendo como tentempié saludable para su perro, pero no contará como comida equilibrada.
Si le interesa alimentar a su perro con una dieta compuesta exclusivamente por ingredientes frescos, deberá elegir recetas creadas por un nutricionista veterinario. También es buena idea pedir consejo a tu veterinario.
En caso de que tu perro acabe mal del estómago por haber comido algo que no debía, es probable que tenga que ir al veterinario. Por eso es tan importante tener un seguro para perros, que puede ayudar a cubrir los gastos veterinarios.
Habla con su veterinario sobre los nuevos alimentos
Aunque tengas la tentación de preparar a tu mascota su propio plato de sobras, es importante ser consciente de los peligros potenciales que los restos de la mesa suponen para las mascotas.
Introducir un nuevo alimento a la dieta de tu perro, puede tener consecuencias si no se toman precauciones.
Si tienes alguna duda sobre lo que es seguro para tu mascota, llama siempre a un veterinario. Así evitará posibles problemas y mantendrá a salvo a su mascota.
Cómo enseñar modales en la mesa a tu mascota
¿Tu perro le mira con nostalgia cada vez que come? Si es así, es comprensible que acabes cediendo y dándole de comer las sobras, pero si lo haces mientras comes, en ese momento empezó un mal hábito.
Ha llegado el momento de enseñarle modales en la mesa. Aquí tienes algunos consejos que te ayudarán a disfrutar de tus comidas en paz:
¿Aliméntarlo al mismo tiempo que almuerzas?
Tal vez te parezca que tienes que dar de comer a tu perro al mismo tiempo que te sientas a comer. Su cena le distraerá y dejará de molestarte. Pero la mayoría de los perros termina de comer antes que sus humanos, así que solo lograrás que ni bien terminé, te vaya a pedir.
Lo más aconsejable es darle de comer antes o después de que tu almuerces o cenes. Para que no se acostumbre a pedirte y cuando le des algo, venga de parte tuya, no de su apetito inmediato.
Establece una rutina
Más allá de en qué momento prefieres darle de comer a tu mascota, si es antes o después de que comas, es importante crear una rutina en torno a su alimentación.
Al igual que los humanos, los perros son animales de costumbres, así que dedícales tiempo a enseñarles que el desayuno, la comida y la cena estarán listos a determinadas horas. No tardará en aprender la diferencia entre su hora de comer y la tuya.
Si es posible, alimente a su perro antes de sentarse a comer, porque un perro lleno de comida molestará menos que uno hambriento. O después, pero no es recomendable al mismo tiempo que vos comes.
Establece las restricciones pertinentes
Puede que esto sea difícil, pero si tu perro es un incordio a la hora de cenar, lo mejor es mantenerlo alejado del comedor o de donde sea que coman.
Si sabes que acabará arañando la puerta del comedor, quizá debas considerar la posibilidad de mantenerlos separados con una puerta para mascotas.
No dar sobras frías a tu mascota
Al igual que con las frituras, no es aconsejable alimentar a tu perro con sobras frías. La mayoría de los alimentos humanos no son adecuados para los perros, y darles sobras frías puede provocarles diversos problemas de salud, como obesidad, pancreatitis e intoxicación alimentaria.
Algunos alimentos pueden ser incluso tóxicos para los perros.
Resistí ante la tentación
Si tu perro pide las sobras en la mesa, ceder ante él sólo fomentará ese comportamiento. Cuando le digas “no”, ¡no te des por vencido! Negate a darle comida, ya que le enseñará que es suya por mucho que se empeñe en mendigarla.
Premia el buen comportamiento
Cuando tu perro demuestre buenos modales en la mesa, premialo con su golosina favorita. Así reforzará su buen comportamiento y, con un poco de suerte, no volverá a tener que lidiar con un perro mendigo.
Un bocado de buen comportamiento, es siempre útil, también puede funcionar en caso de que le quieras dar algo después de tu alimento, como regalo, por haberse portado bien y no haber pedido sobras o al menos no mostrarse muy inquieto y demandante de restos de comida.
Los snacks de aletas de trucha liofilizadas son el bocado preferido de mi mascota y muy recomendable ya que es un snack alto en ácidos grasos Omega 3 y Vitamina D.
Conclusiones
Todos nos hemos sentido tentados de alimentar a nuestra mascota o la mascota de alguien con alguna sobra de nuestro alimento, pero tendríamos que pensarlo dos veces.
Y las fiestas pueden ser angustiosas y siempre parece que hay algo nuevo que tener en cuenta o a lo que prestar atención, como un almuerzo familiar, donde siempre sobra comida y en el afán de no desperdiciar comida elegimos a la mascota canina de la casa como receptora de los restos de comida.
Para poder recomendarte darle sobras a tu perro, primero tienes que ver que tipo de comida sobró y si es posible darle según los alimentos que vimos que pueden usarse como sobras.
Desde pancreatitis, intoxicaciones, hasta obstrucciones intestinales puede sufrir tu perro si ingiere la comida que sobra incorrecta.
Esperamos haberte tranquilizado aunque sólo sea un poco. Ahora ya sabes lo que debes dar de comer a su compañero canino y lo que debes evitar, para que pueda centrarse en sus familiares más quisquillosos.
Y, si alguna vez tiene dudas, consulte a su veterinario. Es la persona más indicada para decirle qué es adecuado para su perro y qué no.