- El poder del olfato canino
- ¿Por qué huele mi entrepierna en lugar de otras partes del cuerpo?
- ¿Es lo mismo que huelan nuestra entrepierna que el ano de otros perros?
- Cómo evitar que tu perro te huela la entrepierna
- Conclusiones
Tabla de contenidos
Nuestros perros pueden encontrar numerosas maneras de avergonzarnos por su comportamiento. No están familiarizados con el mundo de los límites humanos, sobre todo cuando se trata de su olfato.
Ellos meten su nariz en la entrepierna de una persona sin dudarlo, pero, ¿por qué huelen las partes íntimas? ¿Qué información obtienen al hacerlo?
En este artículo te explicamos por qué los perros huelen tu entrepierna y que puedes hacer para detener este comportamiento.
El poder del olfato canino
Resulta que cuando los perros huelen la entrepierna, están usando su sentido más agudo, el olfato, para recopilar toda la información posible sobre su nuevo amigo.
La superpotencia olfativa de los perros explica por qué es normal que quieran de cerca nuestras partes íntimas. Los perros tienen entre 125 y 250 millones de receptores olfativos en la nariz, frente a los 5 o 6 millones de los humanos.
La parte del cerebro de los perros dedicada a analizar los olores (el córtex olfativo) es unas 40 veces mayor que la nuestra.
Su olfato es lo bastante potente como para detectar sustancias en concentraciones de una parte por billón, lo que equivale a una sola gota de líquido en 20 piscinas olímpicas.
Parte de esta asombrosa capacidad proviene de un segundo sistema olfativo situado en la cavidad nasal del perro, denominado órgano vomeronasal.
Este órgano ayuda a los perros a captar olores que no son detectables para los humanos, como el olor de una madre para un cachorro lactante, o las feromonas de una perra en celo.
Este órgano situado sobre el paladar, está conectado a la parte del cerebro del perro dedicada al olfato.
Por eso se utilizan perros para detectar drogas, bombas, cáncer, niveles de insulina, Covid-19, entre otros.
Los perros utilizan el olfato para conocer el mundo que les rodea, y, nos guste o no, nuestras entrepiernas son para ellos un hervidero de olores.
¿Por qué huele mi entrepierna en lugar de otras partes del cuerpo?
Mientras los perros se sienten impulsados a oler todo lo que les rodea, las glándulas apocrinas son las responsables de su obsesión por determinadas zonas de nuestro cuerpo (a diferencia de otros olores que odian).
Las glándulas apocrinas son un tipo de glándulas sudoríparas, que, en los humanos se encuentran en zonas con vello predominantemente las axilas y la ingle.
Estas glándulas producen un sudor rico en proteínas que, al mezclarse con bacterias naturales de nuestra piel, genera olor corporal y liberan feromonas que transmiten todo tipo de información, como la edad, el sexo, el estado de ánimo y si un mamífero puede aparearse.
Los perros tienen glándulas apocrinas en todo el cuerpo, pero la mayor concentración la tienen en los genitales y el ano (por eso los perros huelen las partes íntimas de otro perro).
Las glándulas apocrinas producen un olor fuertemente perfumado incluso cuando estamos limpios, por lo que no es de extrañar que un perro capte el olor, especialmente en personas con las que no conviven a diario.
Muchas personas usan desodorantes/antitranspirantes para evitar el olor en las axilas, por lo que los perros tienden a olfatear la zona de la entrepierna.
¿Es lo mismo que huelan nuestra entrepierna que el ano de otros perros?
Como dijimos, los perros tienen glándulas endocrinas en todo el cuerpo gracias a su piel peluda.
Entonces si están en todo el cuerpo ¿por qué los perros se esfuerzan en oler el trasero de otro perro?
La respuesta se encuentra en dos pequeños sacos ubicados en el recto del perro, conocidas como glándulas anales.
Estas glándulas producen un olor fétido que es expulsado por el recto cada vez que el perro defeca, pero también puede segregarse en momentos de estrés o excitación.
El olor de las glándulas anales es único en cada perro y puede ayudar a recordarles si se han visto antes. El olor característico de las secreciones de las glándulas anales puede transmitir información importante como dónde ha estado un perro o que comió.
Entonces, si bien la costumbre de oler el ano de otros perros está relacionada con su capacidad de incorporar información a través del olfato, la razón por la que huelen tu entrepierna tiene que ver con saludarte, acercarse a vos a través de los olores que le son familiares mientras que oler el ano de otro perro tiene más que ver con el reconocimiento de una presencia que no le es familiar.
Cómo evitar que tu perro te huela la entrepierna
Aunque la curiosidad olfativa de un perro es natural y tiene como fin recabar información y saludar es posible que para vos y tus invitados sean situaciones incómodas.
Si tu perro es un ávido olfateador de entrepiernas, considera la posibilidad de asegurarte de que, cuando tu invitado entre en casa, se adelante a saludarlo presentando primero la mano o puño para que tu perro huela.
Que apunte a tu mano o puño es uno de los trucos más fáciles de enseñar porque utiliza la inclinación natural del perro a explorar con el olfato.
Podes practicar en casa primero contigo, luego con alguna visita.
Intenta que tu perro toque con su nariz tu puño y, a continuación, asocia una palabra a este comportamiento. Podes usar la palabra “tocar”, o “chocar”, para comunicar este comportamiento.
Conclusiones
El instinto natural de tu perro de oler tu entrepierna y la de tus invitados puede llegar a ser incómodo.
El super olfato de tu perro hace que tu perro persiga olores que nosotros producimos y que para ellos transmiten importante información. Asimismo con sus pares caninos, usan el olfato para saber si se han visto antes o qué comieron.
Las glándulas anales son la razón del íntimo encuentro entre perros al verse, y son segregadas cuando defecan, están estresados o cuando están excitados.
Ese olor es único en cada perro y les da información importante acerca de cada uno.
Si quieres evitar este comportamiento con tus conocidos, puedes practicar dándole el puño o la mano y que trate de acercar la nariz para oler. Cuando lo haga bien, puedes premiarlo con una golosina y darle una palabra a la acción, como “tocar” o “chocar”.
Luego puedes intentar con tus visitas, diciéndoles que se anticipen en saludar a tu perro al entrar a tu casa, presentando primero sus puños a la altura de la nariz de tu perro.
Es un ejercicio fácil de enseñar y que a la larga puede evitar situaciones embarazosas.
