Cómo acariciar a un gato correctamente

Si disfrutas de acariciar a tu gato pero no estás seguro si lo estás haciendo bien, este artículo es para vos: te contamos cómo hacerlo correctamente y qué cosas evitar a la hora de los mimitos

    Tabla de contenidos

  1. ¿Dónde les gusta ser acariciados los gatos?
  2. ¿A los gatos les gusta que les acaricien el vientre?
  3. ¿Cómo acercarse a un gato?
  4. Prestá atención al lenguaje corporal de tu gato
  5. Otras maneras de hacer feliz a tu gato

Nuestros compañeros felinos son verdaderos tesoros de nuestros hogares, y por eso, parece justo demostrarselos de la mejor manera posible.

Acariciar a nuestros michis es una de las mejores formas de crear y sostener un vínculo con ellos.

Pero cada uno tiene sus gustos y particularidades a la hora de recibir mimitos y adulos. Pero por suerte no son tan complicados como los humanos, así que mimarlos bien no es una tarea difícil.

En este artículo te contamos cómo acariciar correctamente a un gato y qué cosas debes evitar si no quieres que una sesión intensa de ronroneo se transforme en una experiencia amarga para tu michi.

¿Dónde les gusta ser acariciados los gatos?

Los dulces y esponjosos gatos pueden ser muy divertidos de acariciar. Pero los gatos son como cualquier otro animal y acercarse a un michi de forma incorrecta nos puede hacer ganar un zarpazo en la mano, en lugar de un cálido golpe en la cabeza. 

Para complicar aún más las cosas, a veces puede parecer que el gato está disfrutando de tus caricias y, al segundo siguiente, de repente te da un manotazo. Con esas incertidumbres, es mejor ser precavido. Solo hay que darse el tiempo para entender su lenguaje particular. 

Los gatos son muy diferentes a los perros cuando se trata en dónde les gusta que les acaricien. Mientras que los perros no son muy exigentes, los gatos pueden ser muy sensibles

A la mayoría de los gatos les encanta que les toquen la cabeza, cerca de la zona de las glándulas odoríferas (alrededor de la boca, en las almohadillas plantares, en la base de la cola, por ejemplo), alrededor de las orejas, las mejillas y justo debajo la barbilla. 

A otros gatos les gusta que les acaricien suavemente el lomo, dirigiendo la mano de la cabeza en sentido hacia la cola. Pero esto puede variar mucho de un gato a otro. 

Unos estudios han demostrado que a algunos gatos no les gusta que les acaricien cerca de la zona de la cola, mientras que a otros gatos les encanta. 

Por el contrario, la mayoría de los gatos se sienten incómodos cuando se les acaricia alrededor de las patas. Evita los lados de su cuerpo y la región de la garganta. No acaricies en dirección contraria a su pelaje (de la cola a la cabeza).

Por lo general, una caricia suave en la cabeza es la mejor forma de comenzar. Ten en mente que se trata de una caricia suave en la que deslizas la mano por el dorso del pelaje, no de una palmada firme como la que darían a un perro. 

A los gatos no les gustan que les toquen las patas, a menos que hayan sido socializados para aceptarlo desde cachorros. Por eso a los dueños de gatos les cuesta tanto cortarles las uñas

¿A los gatos les gusta que les acaricien el vientre?

A diferencia de los perros, a la mayoría de los gatos les asusta que les froten el vientre o que les acaricien ligeramente. Se sienten vulnerables en esa parte, por lo que pueden reaccionar instintivamente arañando tu mano. 

Además la piel de sus vientres es muy sensible. Por supuesto, hay excepciones, y un gato ocasionalmente puede disfrutar de una caricia en el vientre de alguien en quién confía. 

Si a tu gato no le gustan estas caricias, ¿por qué se pone panza arriba cuando te ve? Es la forma instintiva que tiene de hacerte saber que confía en vos. No se trata de una invitación a que le acaricies la panza, sino una invitación  a un vínculo más estrecho.

Es posible que veas gatos que enseñan la panza a otros gatos mientras juegan. A veces, ésta puede ser la forma que tiene un gato de hacer saber al otro que confían en él y que siguen siendo amigos, incluso después de una riña. 

¿Cómo acercarse a un gato?

La mayoría de los gatos necesitan que se les acerque lentamente. A diferencia de los perros que les parecen bien los movimientos rápidos, a los gatos no les gustan los sobresaltos. 

Entonces, a menos que tengas acercamiento con un gato en particular, siempre debes acercarte lentamente cuando quieras acariciarlo. 

Extiende tu mano, y deja que el gato la olfatee primero. Si frota su cuerpo o su cara contra tu mano, es una invitación a que lo acaricies suavemente. 

A veces, incluso cuando estás cerca de tu gatito, es posible que evite que le acaricies, si cree que tu mano huele raro o si se siente estresado. Es posible que notes un patrón, como que tu gato evita tus caricias cada vez que usas una crema hidratante perfumada o no. 

Respetá los límites de tu gato y querrá que lo acaricies más seguido. A algunos gatos amistosos, no les importará que de repente les acaricies, pero suele ocurrir cuando la relación es más estrecha. 

Prestá atención al lenguaje corporal de tu gato

Aunque tengas a tu gato desde hace años, debes prestar atención a su lenguaje corporal para acariciarlo.

Si estás acariciando a tu gato y ves que le tiembla la cola, se le aplanan las orejas o se le ondula el pelaje, debes dejar de hacerlo y darle un poco de espacio. En caso contrario, es posible que recibas un arañazo. 

Si un gato se aleja de vos, no lo persigas para intentar acariciarlo, aunque algunos gatos que se alejan querrán que les sigas o que los aprietes suavemente y los acerques a ti. 

Pero sabrás que esta es su preferencia porque ronronearán animadamente cuando te acerques y mantendrán la cola erguida. Una cola erguida es una buena señal de un gato feliz porque lo están acariciando. 

Los gatos con energía extra pueden incluso tomar tu caricia como una invitación a jugar. Si tu gato comienza a morder suavemente la mano o intenta agarrarla con sus patas mientras le acaricia, detén tus movimientos. 

Dale la oportunidad de soltar tu mano y, a continuación, juega con tu michi. Agarrá un juguete con hierba gatera o una varita con plumas y ayudale a gastar todo el exceso de energía. 

Si ignoras las señales y continuas acariciándole, puede acabar arañándote simplemente porque se siente juguetón y ha olvidado el poder de sus garras.  

Otras maneras de hacer feliz a tu gato

Si necesitas otras ideas para mimar a tu gato, aquí tienes seis consejos extra para sacar ese plus de felicidad felina. 

1. Consigue un rascador

A los gatos les encanta estirarse y rascarse, además que es bueno para sus uñas. De hecho arañar es un aspecto muy importante del comportamiento gatuno. Además la mejor forma de que tus muebles no sufran es conseguir un rascador

2. Ayuda a tu gato a mantenerse aseado

El cepillado regular con el cepillo favorito de tu michi puede ser entretenido y tu felino lo sentirá como un masaje. Además de ser una experiencia agradable para tu michi, también es muy bueno para su pelo y evita que se formen bolas de pelo, entre otras cosas. 

3. Deja que tu gato trepe

En la naturaleza, los felinos son escaladores natos que persiguen a sus presas hasta los árboles y buscan lugares altos. 

Pues bien, tu adorable minino sigue teniendo esos instintos y habilidades innatas para trepar y le encantará cualquier oportunidad que tenga para escalar en el interior o exterior. 

En tu hogar, puedes añadir estanterías para gatos, para que lleven su escalada en todo momento. 

4. Para jugar

Es importante darles juguetes para gato que estimulen y de rienda suelta a tu gato a su juguetón innato. Además que fortalecerá el vínculo de tu michi y vos, cuando te des un tiempo para jugar con él. 

5. Mantén limpio su entorno 

Los gatos son muy quisquillosos y les encanta los hogares limpios y ordenados. Te habrás dado cuenta que no se acercan a su caja de arena a menos que esté limpia, entonces ya sabes lo importante que es mantener su entorno limpio.

6. Tiempo para sí mismos

Al igual que los humanos, los gatos también necesitan tiempo para ellos mismos. Seguramente te habrás dado cuenta que les encanta esconderse en una caja o en un lugar apartado: debajo de la cama o detrás del sofá, por ejemplo. Por eso siempre es una buena idea organizar un escondite, donde puedan relajarse, descansar, dormir o esconderse cuando quieran. El escondite puede ser algo tan sencillo como una caja de cartón, o una cama cubierta para gatos.