Mitos más comunes sobre los gatos

Te contamos cuáles son los mitos más comunes sobre los gatos y cual es la realidad detrás de cada uno de ellos.

    Tabla de contenidos

  1. Mitos más comunes sobre los gatos y sus verdades
  2. Mito: todos los gatos son fríos con las personas y no son cariñosos
  3. Mito: los gatos son de bajo mantenimiento y no requieren mucha atención
  4. Mito: los gatos siempre caen de pie
  5. Mito: los gatos deben beber leche de vaca
  6. Mito: siempre es mejor que los gatos vivan en el exterior
  7. Mito: los gatos odian el agua
  8. Mito: el gato es el enemigo natural de un perro
  9. Mito: tener un gato como mascota puede ser peligroso para las embarazadas
  10. Mito: no se puede educar a un gato
  11. Mito: los gatos son animales nocturnos
  12. Mito: quitar las uñas a un gato es totalmente inofensivo
  13. Mito: en realidad los gatos del interior no pueden enfermarse
  14. Mito: los gatos ven perfectamente en la oscuridad
  15. Mito: los gatos de interior no necesitan tantas vacunas como los gatos de exterior
  16. Mito: los gatos roban el aliento de los bebes
  17. Mito: sin bigotes, ¿pierde un gato el sentido de equilibrio? 
  18. Mito: no necesito ejercitar a mi gato
  19. Mito: los gatos negros portan mala suerte

Los gatos son de los animales de compañía más populares del mundo, pero todavía existen mitos comunes sobre los gatos que al día de hoy se aceptan como verdades.

A la gente siempre le ha fascinado el carácter a menudo misterioso de los gatos. 

Pero existen grandes lagunas de conocimiento general de la gente sobre sus comportamientos sociales y necesidades, como por ejemplo el de su capacidad de establecer vínculos afectivos con los humanos.

No es fácil saber lo que los gatos piensan o sienten, pero hay una serie de cuentos populares y mitos felinos, que incluso ponen en riesgo su vida y que sin duda hay que desmentir cuanto antes. 

Como hicimos con los perros previamente, en este artículo veremos los mitos frecuentes sobre los gatos y muchos de ellos conviene descartar y conocer su trasfondo real. 

Mitos más comunes sobre los gatos y sus verdades

Es sorprendente que en pleno siglo XXI muchas personas sostengan muchos mitos como que los gatos negros traen mala suerte, por citar uno de los más peligrosos contra la vida de los gatos. 

Como cualquier otro animal, los gatos son criaturas complejas y hay mucho más sobre ellos de lo que nuestros ojos pueden ver. 

Si bien algunos pueden parecer interesantes y hasta graciosos e inofensivos, lo mejor que se puede hacer es empezar a desmitificar cada uno de ellos y en lo posible, difundir la voz, ya que algunos son peligrosos, porque algunas personas tratarán a los gatos de una manera determinada debido a estas creencias.  

Aquí te contamos los principales mitos de gatos que simplemente no son ciertos.

Mito: todos los gatos son fríos con las personas y no son cariñosos

Aunque no todos los gatos aman los mimos y la atención, hay muchos gatos que si lo disfrutan. Jackson Galaxy, presentador de la serie “Mi gato del infierno” de Animal Planet y consultor de bienestar felino, dice que los gatos pueden ser muy mimosos y también suelen requerir mucho amor. 

Este mito tal vez se perpetúa porque comparamos a los gatos con los perros, lo que puede llevar a que piensen que los gatos no son criaturas mimosas. Los gatos son mimosos a su manera, no lloran, ladran ni reclaman tu atención como hacen los perros, pero igual quieren y necesitan cariño.

Mito: los gatos son de bajo mantenimiento y no requieren mucha atención

Este mito se escucha mucho cuando alguien, con buena voluntad, busca que alguien adopte un gatito, “son fáciles de cuidar porque no tenés que darle mucha atención”. 

Este es otro mito que también se extendió debido a la comparación entre los michis y los perros. En cierto aspecto, los perros pueden requerir más atención que los gatos, pero eso no quiere decir que los gatos no necesitan cariño, cuidados y que les des tu tiempo para estar con ellos. 

No necesitan mucho cariño, pero sí lo necesitan cariño. Simplemente, no necesitan que los saquen tres veces al día para pasear. También pensar que los gatos son de bajo mantenimiento puede ser peligroso. 

Mucha gente piensa que está bien salir de la ciudad por unos días y dejar a su gato solo en casa con suficiente comida y agua porque son de bajo mantenimiento. 

Los gatos sufren ansiedad por separación, al igual que los perros. Ansían la estabilidad familiar, al igual que los perros. Pero no lo demuestran como los perros. 

Mito: los gatos siempre caen de pie

Las habilidades de los gatos para escalar, trepar, saltar y caer son sorprendentes y se debe en gran parte a su asombrosa anatomía, como las almohadillas de sus patas; sin embargo, esto no hace a los gatos imbatibles ni mucho menos que puedan caer siempre sobre sus patas.

Los gatos tienen lo que se llama un reflejo de enderezamiento, que es un sistema de equilibrio incorporado que les ayuda a orientarse para aterrizar sobre sus pies.

Además, hay un aparato vestibular dentro de la oreja de un gato que se usa para el equilibrio y la orientación. 

Esto permite a los gatos averiguar rápidamente qué camino está hacia arriba y girar la cabeza de inmediato para que sus cuerpos puedan seguir.

Pero este reflejo y el aparato especial no siempre son eficaces, sobre todo si el gato se cae de un lugar alto.

Mito: los gatos deben beber leche de vaca

La mayoría de nosotros, alguna vez, sirvió leche de vaca en un platito a un gato, al menos una vez en nuestras vidas. Pero a pesar de que muchos gatos se sienten atraídos por los productos lácteos, algunos tipos de leche no son realmente seguros para que los ingieran.

La leche de vaca puede ser perjudicial, especialmente para los felinos con intolerancia a la lactosa y otros síntomas como malestar estomacal si se les da demasiado.

Si quieres hidratar a tu michi, la mejor opción es darle agua o alimento húmedo, pero leche es mejor que consuman la materna cuando son cachorros, que es cuando la necesitan. 

A medida que crecen, los gatos producen cada vez menos lactasa, la enzima que es lo que les ayuda a descomponer la lactosa, azúcar de la leche y digerirla de forma adecuada.

No dudes en leer nuestro artículo sobre si la leche es buena para los gatos, si estás interesado en saber más al respecto.

Mito: siempre es mejor que los gatos vivan en el exterior

Cuando se tiene un gato como mascota, normalmente la gente tiene dos opciones: criarlos como gatos de interior, sin permitirles salir, o criarlos como gatos de exterior, dándoles la opción de salir cuando quieran. 

Algunas personas creen que los gatos, incluso los domesticados, están hechos para vivir al aire libre, pero esto en realidad depende del gato. 

Lo más probable es que tengan una vida más corta si son gatos del exterior. De hecho, un gato de exterior, tiene una vida media de dos a cinco años. La vida media de un gato de interior es de unos 14 años. Una gran diferencia. 

Mito: los gatos odian el agua

Este quizás es uno de los mitos más fáciles de creer, quizás porque primero, no es fácil de ver a un gato estar bajo la lluvia y peor, encima parecer cómodo.

Pero a muchos gatos les fascina el agua y a algunos, incluso, les encanta jugar con ella, sobre todo si sale de un grifo. En realidad, lo que a los gatos no les gusta, es sumergirse en el agua. Desde ya, es mucho más fácil ver un perro nadar, que un gato hacer lo propio. 

Si te interesa el tema, puedes leer nuestro artículo sobre por qué a los gatos no les gusta el agua.

Mito: el gato es el enemigo natural de un perro

Puede que las películas y los dibujos animados te hayan convencido desde pequeño de que los gatos y los perros no se soportan y están destinados a ser enemigos por los años de los años. Pero esto no es siempre cierto, de hecho, está lejos de ser cierto. 

Son dos especies diferentes, que muchas veces conviven muy cerca, y cuando esto sucede, hay una brecha de comunicación que es inevitable que ocurra. 

Por eso, nuestro trabajo es ser mediadores: hacer todo lo posible por aliviar esa brecha de comunicación entre las dos especies y hacer que se acepten si parece que no es el caso. 

En realidad, no existe un odio natural. Quizás pueda haber una sensación de fascinación de los perros a los gatos, por la destreza que tienen. También se pueden generar una sensación de amenaza al territorio de uno y de otro, pero un odio natural, no hay pruebas de ello.

Mito: tener un gato como mascota puede ser peligroso para las embarazadas

Este mito es falso, pero las embarazadas deben tener cuidado al manipular la arena y las heces de los gatos.

Al limpiar la arena de un gato, las embarazadas deben ser conscientes de la toxoplasmosis, una enfermedad causada por un parásito común que puede transmitirse a través de la exposición a las heces de gato infectadas. 

Una persona embarazada no tiene ningún riesgo de convivir con un gato, pero debería evitar cambiar la caja de arena de un gato, y en su lugar, delegar esa responsabilidad a otra persona. 

Mito: no se puede educar a un gato

Aunque parezca que los gatos hacen lo que quieren en cualquier momento, en realidad se les puede adiestrar.

Adiestrar un gato, difiere de adiestrar un perro, porque los gatos no aprenden de la disciplina y escapan de cualquier castigo.

Se recomienda sesiones cortas de adiestramiento con un clicker y recompensar al gato por las pequeñas lecciones aprendidas. Con el tiempo, se puede sustituir el sonido del clicker, por la palabra “bien” y el gato lo asociará con una recompensa. 

Mito: los gatos son animales nocturnos

Si tienes un gato, es fácil suponer que tienes un animal que ama la noche: parece que siempre quieren llamar tu atención cuando estás durmiendo o los sientes más activos de noche. Pero esto no es cierto.

Si los dejas libres de elegir, los gatos son crepusculares.  Es decir, están más despiertos, al anochecer y al amanecer, lo que tiene sentido, si tenemos en cuenta que, en la naturaleza, sus presas naturales se despiertan al anochecer y al amanecer, es decir, los bichos, los grillos, pajaritos y similares. 

Mito: quitar las uñas a un gato es totalmente inofensivo

Quitarle las uñas a un gato no es exactamente una forma inofensiva de conseguir que deje de arañar el sofá: el procedimiento puede ser bastante perjudicial para la mascota. 

Tiene implicaciones psicológicas y físicas muy duraderas para los gatos a lo largo de su vida. Es una cirugía completamente innecesaria y en muchos países (como en los EEUU) han prohibido esta práctica. 

Si tu gato tiene las uñas demasiado afiladas, puedes recortárselas en lugar de quitárselas del todo. En algunos casos, los gatos incluso se acicalan ellos mismos recortándose las uñas con los dientes. 

Mito: en realidad los gatos del interior no pueden enfermarse

Es cierto que los gatos de exterior suelen ser más propensos a contraer ciertas enfermedades porque a veces pueden atacar a presas peligrosas e infectadas o pelearse con gatos callejeros.

Pero eso no quiere decir que los gatos del interior sean inmunes a todas las enfermedades. 

Los gatos que permanecen principalmente dentro de casa se enfrentan a enfermedades como la obesidad, enfermedades dentales, diabetes, hipertiroidismo, cáncer y artritis.

Si mantiene a su gato dentro de casa, ayudará a reducir [su riesgo de contraer] parásitos, ya que no se alimentará de animales pequeños, como pájaros.

Debes llevar a tu gato al veterinario regularmente para asegurarte de que goza de una buena salud. 

Mito: los gatos ven perfectamente en la oscuridad

En realidad, los gatos solo pueden ver en la oscuridad si existe un mínimo de luz. 

Los ojos de un gato están diseñados con el fin de ayudarles a cazar presas en ambientes de poca luz. 

Hacen su mejor trabajo, no en la oscuridad total, sino bastante cerca.

Mito: los gatos de interior no necesitan tantas vacunas como los gatos de exterior

Aunque tener a tu gato en el interior de tu casa te dé la sensación de que está fuera de riesgo, en realidad, mantener a su gato dentro de casa no significa que no necesite protección contra enfermedades.

 Una de las vacunas más relevantes para los gatitos de hasta 16 semanas es la FVRCP (que significa Rinotraqueítis Viral Felina/Calicivirus/Panleucopenia), que se considera una vacuna básica para todos los gatos, independientemente de si van a estar sólo dentro o dentro (y) fuera.

Mito: los gatos roban el aliento de los bebes

De todos los mitos sobre gatos que existen, este es uno que se nos hace difícil creer que la gente lo crea hoy en día, pero es una preocupación real para algunas familias con bebés y niños pequeños. 

¿La buena noticia? Se ha exagerando, por mucho, que a los gatos les encante acurrucarse y apretarse contra cuerpos calientes, que es lo que sostiene este mito. 

 No obstante, como muchos gatos se acurrucan cerca de la cabeza, el cuello o el pecho de su dueño, es importante mantener al tuyo alejado de los niños durante la siesta, y esperar a que tu hijo sea mayor antes de permitirle dormir en la misma habitación.

Mito: sin bigotes, ¿pierde un gato el sentido de equilibrio? 

Es difícil imaginar cómo surgió una idea como esta. Los gatos utilizan los bigotes como «antenas», pero no para mantener el equilibrio.

La forma en que un gato coloca sus bigotes también puede indicar su estado de ánimo.

Haga lo que haga, no corte ni tire de los bigotes de un gato. Los bigotes están enraizados profundamente en la piel, donde abundan las terminaciones nerviosas.

Podés aprender más sobre para qué sirven los bigotes del gato si estás interesado.

Mito: no necesito ejercitar a mi gato

Puede y debe ejercitar a su gato. Los gatos necesitan estimulación mental y actividad física. Los gatos deben permanecer dentro de casa por su seguridad, pero existen muchos juegos y juguetes para mantenerlos activos y en un peso saludable.

Mito: los gatos negros portan mala suerte

Este es el mito más desafortunado para los gatos, porque lamentablemente mucha gente supersticiosa, usa esta creencia para lastimar y hasta quitar la vida a los gatos negros, por una mala reputación que fueron adquiriendo, como animales que roban almas, cambian de forma física y están asociados con brujas y el inframundo.

Si bien algunas culturas, como la egipcia, tenía deidades que representaban a los gatos como portadores de buena fortuna, con el pasar de los años, los gatos negros fueron acusados de muchos infortunios, sobre todo desde la Edad Media. 

En Hispanoamérica, los gatos negros corren el riesgo de ser sacrificados, sobre todo en la víspera del Día de los Difuntos y Halloween.

Si deseas conocer más, te invitamos a leer nuestro artículo acerca de los mitos sobre los gatos negros.